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Cómo organizar un almacén de manera eficaz en solo 7 pasos

Cómo organizar un almacén de manera eficaz en solo 7 pasos

Con cierta frecuencia, las empresas se preguntan cómo organizar un almacén. En la mayoría de casos, no cuentan con personas en su plantilla especializadas en optimizar el espacio o en la mejora de la productividad. La logística de esta zona es un factor clave para millones de organizaciones en todo el mundo. Dada la importancia para la empresa de tener un almacén organizado, el continuo crecimiento del comercio electrónico y el auge de los pedidos, nos preguntamos: ¿cómo podemos organizar el almacén en pocos pasos? A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber.

Cómo organizar un almacén en solo siete pasos

En primer lugar, debemos tener en cuenta que no es lo mismo un pequeño almacén con 50 pedidos que uno con 1.000 o más envíos diarios. Antes de realizar estos pasos, debemos evaluar cómo se encuentra o cómo es el almacén, además de la cantidad de pedidos realizados antes de establecer las estrategias oportunas.

Planificar la estrategia de logística: almacén propio o subcontratado

Comenzando con una planificación, la gestión del almacén puede depender de diversos factores, como:

  • El comportamiento del mercado.
  • La estrategia de negocio.
  • El modelo de ventas.
  • La cadena de abastecimiento.
  • La cadena de producción.
  • Otros factores como: el espacio, el dinero disponible…

Con todos estos factores, debemos pensar en tener subcontratado el almacén o gestionarlo por nuestra cuenta.

Reducir los desplazamientos innecesarios con ayuda de maquinaria adecuada

Para ello, es vital optimizar la distribución de los productos en estanterías para una mayor facilidad de picking. También otro paso importante es limitar el transporte de las cargas pesadas, equipando el almacén con carretillas o transpaletas.

Por otro lado, no está de más invertir en máquinas de envolver, producción de relleno o selladoras.

Organizar el espacio del almacén y crear rutas logísticas

Lo fundamental es que en el almacén se haga un buen uso del espacio. La creación de rutas logísticas nos puede ayudar, pero también es importante tener una numeración de los productos o secciones.

Por otro lado, debemos establecer zonas delimitadas: áreas de salidas y llegadas, de carga y descarga, picking, almacenamiento…

Establecer una zona de stocks para pedidos de alta rotación

En cada almacén se deben establecer productos con elevada rotación, es decir, los más solicitados por los clientes y, por ello, los más solicitados en el almacén o en el resto de la compañía.

Por este motivo, se recomienda crear zonas especiales para almacenar estos productos, una zona cercana al área de llegada y el área de embalaje / envío, por ejemplo.

Llevar a cabo la técnica cross-docking

Esta técnica tiene como objetivo que el producto siempre esté lo mínimo posible en las instalaciones. Es decir, que los productos se descargan a la llegada al almacén y se van moviendo directamente hasta el transporte de carga sin pasar por stock. Así, se consigue que la mercancía no se “apelotone” o almacene varios días.

Una de sus principales ventajas es que el precio del producto no disminuye: cuanto más tiempo se encuentra un artículo almacenado, más cae su valor y más sube la posibilidad de que se rompa, pierda o sea robado.

Gestionar las roturas de stock de manera automática

Las roturas son la asignatura pendiente de muchas empresas logísticas o comerciales. Se intentan minimizar al máximo, puesto que suponen pérdidas. La gestión de estas roturas es un rompecabezas para la mayoría de las compañías, puesto que además suelen generar insatisfacción a los clientes.

Cuando esto ocurre, se puede activar un procedimiento que esté automatizado con equipos de ventas o servicio. Lo más común es el envío de forma automática de un aviso por correo electrónico de la devolución al inventario del producto afectado.

Hacer controles de calidad

Es uno de los pasos más importantes, aunque sea el último en esta lista. A los clientes no les hace ni gracia los errores en los pedidos, como es lógico. El desafío de los profesionales logísticos es evitar este tipo de errores a toda costa.

Estableciendo un control de calidad, los pedidos pueden revisarse en cada paso del proceso de logística: llegada de la mercancía, picking, embalaje y el envío.

Este control se debe realizar de forma más rápida por medio de escaneo, el cual verifica el número y la precisión de todo tipo de productos en el momento de empaquetar.

Siguiendo estos consejos sabremos cómo organizar un almacén de la manera más rápida y ágil posible. La organización es la palabra clave en la gestión de la logística, puesto que un almacén estructurado ahorra tiempo y hace aumentar la eficiencia. Además, se aconseja delimitar las zonas dentro del almacén y contar con las herramientas o maquinaria adecuada para lograr una mayor seguridad y la ausencia de errores.

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